De los modos de persuasión proporcionados por la palabra hablada
hay tres clases. El primer tipo depende del carácter personal del que
habla; el segundo en poner a la audiencia en un cierto estado de
ánimo; el tercero en la prueba, o prueba aparente, proporcionada por las
palabras del propio discurso. La persuasión se consigue mediante el
carácter personal del orador cuando el discurso es tan hablado como para
hacernos pensar lo creíble.
- Aristóteles 1356a 2,3
Comenzando con el Ethos, su
principal característica es carácter personal del artista en la cual la moral está
ligada completamente en su proceder artístico, contextualizarse como individuo
que hace parte de una tradición y cultura, darse un lugar como emisor que
trasmite mensajes con lenguajes diferentes. Ser asertivo en su lenguaje con
lleva a la honestidad y autoridad mostrando confianza y apropiación del
discurso que desea aportar a los receptores generando credibilidad soportando
una disertación que sea válida y pertinente en el contexto que se presenta; este
debe ser un estratega con el mismo, con su obra y con el receptor para generar
cambios emocionales y disoluciones.
La influencia emocional del público,
Pathos, responsabilidad directa del artista donde su muestra debe de crear
posibilidades de provocar emociones, aquí entra la persuasión, la unión del
Ethos y el Pathos para lograr los estados emocionales adecuados en el público
conociendo previamente su sistema de valores, creencias y el conocimiento que
tienen, la utilización de técnicas y
estilos deben de ser estrategias bien pensadas para generar el impacto que se
quiere dar y así ser persuasivos en la lectura que queremos que haga el público.
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